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Empieza ahora tu proceso de transformación

3 prácticas para una vida libre de tensión

¿Cómo manejar las presiones diarias? Cómo liberarse de la ansiedad y encontrar equilibrio emocional? Actualmente, el estrés se ha convertido en una de las mayores fuentes de enfermedad tanto física como emocional y miles de personas buscan herramientas para lograr manejarlo. La preocupación, la tensión y la angustia cuando se sienten por períodos prolongados, generan problemas en las relaciones laborales, aumenta el ausentismo y afecta la calidad de vida en los hogares.

Existen prácticas sencillas al alcance de todos para traer mayor paz interior y vivir de manera más plena y feliz. Para ver sus beneficios se requiere disposición, práctica y perseverancia.

La meditación: Una grandiosa herramienta que no cuesta nada

Con esta práctica se logra la reducción del estrés, ya que se ha encontrado que ayuda a quemar adrenalina, que es la sustancia que se produce cuando tenemos altos niveles de tensión. Dicho componente químico puede incrementar la presión de la sangre y aumentar las posibilidades de que la sangre se coagule, lo que supone un mayor riesgo de cardiopatía.

Al meditar te centras en la respiración y en el presente, observando los pensamientos que pasan sin identificarte con ninguno de ellos. Desde este lugar de tranquilidad, las dificultades o las situaciones diarias se ven con mayor equilibrio e inteligencia emocional.

TIPS PARA UNA BUENA MEDITACIÓN:

  1. Observa tus pensamientos dejando que pasen y observa tus emociones. Allí eres un testigo de ti mismo y de tu historia de vida, reconociendo que eres mucho más que eso.
  2. Centra la atención de tu mente en la respiración y en una palabra, frase o imagen que te traiga paz. Por ejemplo: “Yo soy paz”, “Yo soy abundancia”, “Yo soy salud” o simplemente “Yo soy”.
  3. Siéntate con la espalada derecha. Cierra tus ojos y respira profundamente. Relaja cada parte de tu cuerpo.
  4. Busca un lugar tranquilo. Coloca música de relajación que te guste y si quieres puedes colocar algún aroma agradable.
  5. Persevera en tu práctica. Al principio la mente suele distraerse con mucha facilidad y puede ser que creas que nada está ocurriendo, pero con la práctica cada vez sentirás que es más fácil encontrar quietud interior y experimentar sus beneficios.
  6. Agradece. Al terminar la meditación llena tu corazón de una profunda sensación de gratitud y amor. Toma conciencia de tu cuerpo, muévelo lentamente y abre los ojos.
  7. Conéctate con el silencio interior. El punto mayor de la meditación es alcanzar la quietud o ese estado de silencio que existe entre un pensamiento y otro, donde sientes el contacto con la dimensión divina que vive en ti y donde fluye la paz y la claridad.

La presencia: La vida ocurre aquí y ahora

Realiza el ejercicio de hacer una sola cosa a la vez. Procura traer toda tu atención a cada actividad que estás realizando. Por ejemplo, mientras desayunas toma conciencia de lo que comes y del sabor de cada alimento. Cuando te bañes siente el agua en contacto con tu piel. Así estarás más presente apreciando cada detalle de la vida.

Entrena la mente

Procura reenfocar la visión de las situaciones que se presentan, encontrando oportunidades de crecimiento en lugar de problemas y retos en lugar de amenazas.

Alimenta tu mente con pensamientos que te traigan paz. Estos son algunos decretos de poder para realizar durante el día:

  • Respiro, sonrío y agradezco. Acepto este instante tal y como es.
  • Me conecto con el inmenso poder creador que existe en mí para inundar mi vida de paz y sanación.
  • Aprendo y crezco con cada experiencia de la vida.

Organizar el tiempo, priorizar, hacer ejercicio y alimentarse sanamente son otras prácticas que enriquecen la paz interior. Dedicar tiempo y enfoque a vivir con mayor consciencia es uno de los mayores regalos que puedes darle a tu mente y corazón.

Gloria Cecilia Ramírez G.
Conferencista, escritora y conferencista