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Coaching de la personalidad

Esa es una pregunta fácil de contestar desde el punto de vista de los derechos humanos, de la espiritualidad o la medicina, pero si nos adentramos en lo psicológico las cosas cambian drásticamente. Nos damos cuenta que tenemos distintas formas de aprender, de motivarnos, de comunicar lo que sentimos y pensamos. Existen personas que responden a lo que les dicte la emoción, mientras que otros prefieren siempre escuchar a la razón. Hay personas rutinarias y personas que necesitan cambio constante, algunos preferimos trabajar en equipo y otros dan lo mejor de si mismos solo cuando tienen espacio para pensar en soledad. Las diferencias son tan marcadas que popularmente hemos concluido que “cada cabeza es un mundo”. Imagina lo valioso que resultaría aprender a ver el mundo a través de los ojos de las otras personas, comprendiendo qué los motiva, cómo aprenden, qué los asusta y en general, cómo llevar una excelente relación con cualquier ser humano. Apoyar a tus hijos, entender a tu pareja o cerrar negocios exitosamente con tus clientes. Las posibilidades son infinitas.

A nivel personal, casi todos somos concientes de los errores que cometemos, aunque por lo general hemos fracasado en nuestro intento por corregirlos, esto sucede porque aunque conocemos la superficie del problema, rara vez tenemos idea de la raíz que lo provoca. El Eneagrama es una ciencia milenaria que explica la dinámica del comportamiento humano con asombrosa precisión, sus principios han sido aplicados a personas y organizaciones en todo el mundo desde hace cientos de años. Esta teoría habla de la existencia de 9 tipos básicos de personalidad dentro de los que encajamos todos los seres humanos, indistintamente de la raza, la cultura o la educación que tengamos. Cada tipo representa una forma de ver el mundo, es por eso que cierto problema puede ser muy grave para alguien y sumamente insignificante para otro individuo. El Eneagrama describe con gran profundidad, no solamente las cosas que solemos hacer, sino que explica porquélas hacemos, porque nos cuesta tanto dejar ciertos comportamientos, porqué nos sentimos mal en ciertas situaciones y sobre todo, ofrece un camino de salida para estos comportamientos que no contribuyen que vivamos felices.

Un vistazo breve a los nueve tipos y sus características:

EL PERFECCIONISTA: Una persona de principios, fiel a su moral, trabajadora incansable, extremadamente crítica, inexpresiva a nivel emocional, seria y obviamente, perfeccionista.

EL AYUDADOR: Expresivo, detallista, excelente anfitrión, incondicional con quienes ama, celoso, manipulador, “pataletudo”, variable.

EL BUSCADOR DE RECONOCIMIENTO: Seguro de sí mismo, atractivo, carismático, normalmente una persona a quien muchos admiran, sabe aliarse con quien le conviene, selectivo, mentiroso, prepotente.

EL DIFERENTE: Creativo, sensible (a veces demasiado), suelen tener un lado artístico, bohemio, dramático incluso. Solitario, depresivo, siente por lo general que no encaja en el mundo

EL ESTUDIOSO: Inteligente, amante del conocimiento en todas sus formas, creativo, prefiere trabajar solo, reservado, tímido, inseguro a la hora de socializar. Como el búho, no habla pero pone mucho cuidado.

EL NORMATIVO: Super responsable, siempre se ha portado bien, carismático, comprometido con lo que se propone, inseguro, normalmente duda demasiado antes de tomar una decisión, podría creer más en si mismo y arriesgarse.

EL HIPERACTIVO: El alma de todas las fiestas, alegre, no tiene miedo a probar cosas nuevas, “adicto” a todo lo bueno de la vida (normalmente no sabe cuando parar), huye de los problemas, superficial.

EL LIDER: Enérgico, arriesgado, seguro de si mismo, amante de los retos y de la justicia por encima de todo. Terco, explosivo y demasiado “directo” en sus apreciaciones. Normalmente son grandes líderes, aunque muchos los siguen con temor.

EL PASIVO: Tranquilo, soñador, abanderado de la paz (detesta los conflictos), cálido, tiene una habilidad natural para llevarse bien con la gente. Poco perseverante, rutinario, detesta trabajar bajo presión o que le cambien los esquemas.

Coaching de la personalidad es una herramienta poderosa para las relaciones, los negocios y la vida, pues parte de la filosofía de que cada quien entiende el mundo “a su manera” y nosotros tenemos dos opciones: Apegarnos a nuestro estilo y chocar con quienes operan distinto o adoptar nuestro mensaje para convivir en armonía y ser más productivos.